El amor en los tiempos del explícito

El galanteo, el plan de conquista de los favores de la mujer, ha realizado un nuevo giro que raya en lo obsceno: lo explícito. La definición de explícito en términos modernos es andar sin rodeos, la intención está dicha o especificada de forma clara y detallada.

De manera que el reggaeton luce al igual que «un hombre morboso, diciéndonos cochinadas, barbaridades”, por lo que escucharlo sería una forma de no respetarse a sí misma.

Ahora, ¿podríamos decir que estos comportamientos aportan felicidad?

Bueno, la felicidad es momentánea, si ofrece incremento de las hormonas del placer, dependen de los niveles marcados durante la infancia, por lo tanto son relativos y pasajeros.

Gran parte viene de los hábitos y sus tres componentes: estímulo, reacción y satisfacción. Si éstos se cumplen podríamos decir que, con el pasar del tiempo, se convierte en parte del cotidiano. A éste punto, vale la pena preguntarse qué se busca.

Toda especie viva busca satisfacción y lograr la reproducción de la especie.

Y olvídese del corazón, vea pues que eso pasó a la historia, lo moderno al igual que un ‘marconi’ va directo a… bueno, digamos ‘al grano’; me ahorro la palabra. Es evidente que es una #Tendencia,

En el contexto emocional de la relación macho-hembra del humano, la atracción es resultante de un proceso químico, feromonas percibidas por el órgano vomeronasal, el enamoramiento es de índole psicológica – corteza cerebral, dopamina a la lata.

Se suele decir que se ama con el corazón, pero, para ser precisos, los seres humanos amamos con el cerebro.

Cuando nos enamoramos «locamente», se activa una red neuronal denominada sistema de recompensa cerebral. Esta red está asociada con la motivación, el placer, la gratificación emocional y el intenso deseo.

No obstante la reproducción del ser humano poco o nada difiere de la conducta animal

Hermosos ejemplos de galanteo animal demuestran eficiencia a lo largo de milenios. Mamíferos que demuestran ser macho alfa por fuerza, otros como los peces que elaboran castillos en la arena o perforar corales para anidación o las aves que danzan copiosamente. Mismo fin, en claras demostraciones de confianza y seguridad para atraer la hembra, cortejo, a fin de cuentas.

Se recuerda cómo parte del pasado a la fina coquetería, donde se dejaba espacio a la imaginación para dar vueltas al asunto….

De allí nacieron hermosos versos, dichos populares, poemas, memorables boleros, al final de cuentas, con la misma intención: la conquista. El galanteo, el sutil piropo, la cortesía dando muestra de educación y ensoñamiento.

Toda ésta ‘carreta’ no es más que una propuesta para darle un giro innovador al turismo local… Ejemplos sobran: La Habana, Barcelona, Venecia, París, Budapest, Honolulu, Vancouver. De seguro los lectores conocerán otros más.

¿La verdad? habrá quien diga que me sobra locura, es posible. Pero es más de locos continuar conforme vamos…