Reserva transfronteriza Seaflower sigue tomando forma

El director de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago (Coralina), Arne Britton González, se reunió este viernes con el expresidente Ernesto Samper Pizano, para dialogar sobre aspectos fronterizos, áreas protegidas y los retos para la conservación de la flora y fauna en el territorio insular.

El encuentro, también contó, entre otros, con la participación del exgobernador y defensor de los derechos ancestrales del pueblo étnico Raizal, Kent Francis James.

Impresiones

Según manifestó el director de Coralina, se trató de una reunión muy amena, en la que después de muchos años, se está viendo luz sobre el tema de internacionalizar los atributos ecológicos de la Reserva de Biosfera Seaflower.

“Quedaron unos compromisos de país y se estableció una hoja de ruta que el doctor Samper va a llevar al presidente y a los ministros, para que podamos arrancar a trabajar en una caracterización. Sin embargo, primero hay que insistir en que los países vecinos mejoren en ciencia, de tal manera que podamos lograr esa reserva transfronteriza”, explicó.

Por su parte, el exmandatario Samper, vocero de la fundación Franz Weber en Colombia, resaltó que es fundamental ampliar la visión que hay de San Andrés, la cual ha estado básicamente circunscrita únicamente a los problemas del Archipiélago.

“San Andrés puede ser el corazón de un proyecto mucho más importante, que sería una gran zona coralina en el Caribe suroccidental; una especie de ampliación de lo que era Seaflower anteriormente, como una forma de proteger este banco coralino que es el tercero más importante del mundo después de Australia y Belice”, explicó.

El también exsecretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), precisó que este proyecto se lograría incorporando a los seis países (Jamaica, Panamá, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Colombia) que tienen vocación y jurisdicción sobre ese banco, en pro de hacer posible una gran zona transfronteriza que lo administre.

“Estas realidades ambientales no se pueden manejar ‘por pedazos’, no podemos desconocer que hay una unidad que las conecta. Y para preservar esa unidad de la vida que hay allí adentro (aves, peces y otros), necesitamos que haya una decisión conjunta de los países; y San Andrés y Coralina tienen la capacidad y el conocimiento para ayudar a que este sueño sea una realidad”, concluyó.